El otoño marca el inicio de la montanera, la fase más emblemática en la producción del jamón ibérico de bellota. En Ibéricos Crego sabemos que esta etapa, en la que los cerdos ibéricos pastan libremente en la dehesa, alimentándose de bellotas, hierbas y raíces, es esencial para conseguir ese sabor genuino, la grasa infiltrada y el aroma único que los amantes del jamón buscan.

Durante la montanera los cerdos desarrollan la infiltración grasa que transforma el jamón ibérico. Esa grasa es fundamental para la textura, para el sabor y para lograr la curación óptima. Además en Guijuelo, con su clima frío y seco, se dan las condiciones perfectas para la curación larga de piezas como jamón, paleta y embutidos ibéricos, en nuestras bodegas naturales.

Si te preguntas cómo reconocer un buen jamón ibérico, presta atención a su  BRIDA numerada, los precintos de color negro y rojo. Y a los términos “100 % raza ibérica” y “bellota”.

Una pieza auténtica debe presentar un veteado visible, aroma intenso pero equilibrado, sabor persistente y jugoso, con menor salazón perceptible.

En Ibéricos Crego nos enorgullecemos de ofrecer productos ibéricos artesanales, jamones de bellota y paletas ibéricas curadas en bodegas naturales de Guijuelo, embutidos ibéricos tradicionales (chorizo ibérico, salchichón ibérico, etc.), así como formatos loncheados al corte, siempre garantizando trazabilidad, calidad certificada y un cuidado proceso de curación.

Este octubre, celebra con nosotros la tradición de la montanera: descubre cómo se vive, cómo se transforma en sabor y cómo llega a tu mesa la excelencia del auténtico jamón ibérico de bellota de Guijuelo.